Las minitortas son un claro ejemplo de cómo la pastelería llega a poder adaptarse a distintos estilos, siendo de esta manera que por ejemplo nos encontramos con ellas como un caso en el cual se lleva a cabo una versión en miniatura de lo que es una torta común, lo cual las vuelve a la vista una alternativa agradable que puede además caber en una de nuestras manos.
Las minitortas se llevan a cabo dentro de pequeños recipientes de cupcakes, en los cuales se deposita la masa de bizcocho que mejor se nos acomode según el gusto, siendo así que se llevan al horno para luego tener listo el queque que será la base de nuestra preparación. Ahora tan solo nos basta poder hacerles un decorado muy similar al que podría ser cualquier tipo de torta de tamaño normal en donde bien se puede aplicar un glaseado o cobertura de masa fondant para darle un acabado más vistoso. De la misma manera también se puede colocar algún tipo de decorado extra en la parte superior como también el poder cortar el queque en dos partes para rellenarlo con manjar blanco, mermelada, etc.