La miel es un fluido muy dulce y viscoso producido por abejas del género Apis, principalmente la abeja doméstica, a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas.
¿Cómo se produce?
El néctar de las flores recolectado por las abejas es transformadas al combinarlas con sustancias propias, depositadas, deshidratadas y almacenadas en los panales para su maduración.
Las abejas succionan el néctar a través de su probóscide y lo almacenan en su proventrículo. A medida que recolectan néctar, las abejas agregan enzimas salivales y proteínas de la glándula hipofaríngea, que comienzan a descomponer los azúcares y aumentan ligeramente el contenido de agua. Las abejas recolectoras regresan a la colmena, donde regurgitan y transfieren el néctar a las abejas obreras de la colmena. Estas últimas utilizan sus estómagos de miel para ingerir y regurgitar el néctar repetidamente, formando burbujas entre sus mandíbulas. Las enzimas digestivas de las abejas hidrolizan la sacarosa, convirtiéndola en una mezcla de glucosa y fructosa, y también descomponen almidones y proteínas, lo que aumenta la acidez.
El néctar se coloca en celdas de panal sin sellar mientras aún tiene un alto contenido de agua y levaduras naturales. Dentro de la colmena, regulan constantemente la temperatura, para mantener una temperatura de almacenamiento de la miel de aproximadamente 35 °C. Durante este proceso, las abejas obreras aletean constantemente para circular el aire y ayudar a evaporar el agua de la miel, reduciendo su contenido de agua. Esto aumenta la concentración de azúcar más allá del punto de saturación y evita la fermentación. Luego, las abejas sellan las celdas con cera.
Composición
La miel está formada por carbohidratos en la forma de monosacáridos como la fructosa y la glucosa, así como disacáridos tales como maltosa, isomaltosa, maltulosa, sucrosa, turanosa y nigerosa. Además, contiene oligosacáridos como la panosa; enzimas como la amilasa, peróxido oxidasas, catalasa y fosforilasa ácida.
Propiedades
La miel está compuesta principalmente por azúcar, y contiene gran cantidad de nutrientes saludables como aminoácidos, vitaminas B y C, ácido fólico, minerales como hierro y zinc, y antioxidantes.
Debido a su contenido de azúcares simples, de asimilación rápida, la miel es altamente calórica.
Tiene propiedades antioxidantes, energéticas, antibacterianas, antifúngicas, antisépticas, antivirales, astringente y suavizante.
Beneficios
La miel regula el azúcar en la sangre.
También se encarga de reducir el estrés metabólico.
Mejora la función cerebral.
Promueve la recuperación del sueño.
Mejora el sistema inmunológico.
Ayuda a cicatrizar y a prevenir infecciones en heridas o quemaduras superficiales.
Es útil como fuente de energía rápida.
Es usada para el alivio sintomático del resfriado, tos y dolor de garganta.
Es un gran alimento contra el estreñimiento.
Combate el acné y otros problemas cutáneos.
Tipos
• Miel de la sierra o de montaña
• Miel de mielada o mielato
• Miel Monofloral
• Miel Multifloral
Contraindicaciones
Los contenidos altos de glucosa y fructosa están relacionados con un aumento de la presión arterial, con un aumento de la grasa corporal, la grasa hepática, el colesterol, los problemas cardíacos y en la diabetes tipo 2.
El consumo de miel está totalmente desaconsejado para niños menores de doce meses debido a que puede producir botulismo.
Usos
La miel se emplea principalmente en recetas dulces como saladas, es habitual como acompañamiento de pan o tostadas, como saborizante de bebidas y edulcorante para pasteles.
Es utilizada en como elemento terapéutico y medicina en zumos y tés, así como en cosmética para cremas, mascarillas de limpieza facial y tónicos.