Existen muchas plantas que nos abastecen de productos para el consumo humano, muchos de ellos resultan deliciosos al paladar como por ejemplo el cacao del cual hablaremos en este post y que estamos seguros resulta mucho más que chocolate.
El nombre científico para la planta de cacao es Theobroma Cacao, pero es más conocido como árbol de cacao o cacaotero. Esta planta cuenta con hoja perenne y pertenece a la familia Macaceae, el nombre cacao proviene del nahua “cacáhua”.
La planta de cacao tiene su origen en la Amazonía Sudamericana y se expandió hasta el sur de México por las rutas comerciales que sostenían diversas civilizaciones aborígenes. Asimismo el cacaotero es un árbol que requiere humedad y calor. Como es de hoja perenne siempre está en floración y crece hasta unos 6 y 10 metros de altura, necesita de sombra para así producir el cacao. El terreno debe estar bien nutrido de nitrógeno y potación de preferencia en una temperatura entre los 20°C y 30C.
Centrándonos en el fruto que es el cacao, es básicamente una baya denominada marca o mazorca que tiene forma de calabacín alargado y que se pone rojo o amarillo purpúrea con un peso de 450 gramos aproximadamente y cuando madura puede alcanzar los 30 de largo por 7 o 12 centímetros de ancho, sin embargo el tamaño puede variar considerablemente.
Por otro lado las semillas son por lo general blancas y se vuelve violetas o marrón rojizo después de un proceso de secada. Existen excepciones como variedades raras de cacao blanco donde las semillas se mantienen blancas. A lo largo de la historia el cacao blanco ha sido cultivado por el pueblo rama en Nicaragua. Estos granos resultan imprescindibles para la fabricación de todo tipo de chocolate y es que más de uno termina agradeciendo a la naturaleza por su producción natural. Cabe pensar en todo un trabajo de cientos de años cada vez que nos llevamos un chocolate al paladar.