¿Quién no ha consumido alguna vez en su vida una galleta?, siendo uno de los postres propios de la repostería que más se han adaptado a nuestra dieta diaria a tal punto que diversas compañías se encargan de otorgarnos productos empaquetados donde justamente las estrellas son las galletas.
Para un mejor entendimiento al respecto, las galletas suelen realizarse en base a una masa que en su estado más sencillo es ideada en base a harina, mantequilla, azúcar y huevos, pudiéndole agregar además otros tipos de ingredientes para poder variar su sabor hacia uno que sea más del agrado de la persona que las prepare. Luego de ello se pasa a llevarlas al horno, lugar donde pasaran su paso final previo a su consumo.
Las galletas pueden ser tanto dulces como saladas, además de también variar en otros aspectos tales como el tamaño, grosor, posibilidad de relleno, etc, por eso mismo no se puede hablar de tan solo un tipo de galletas. Pese a ello generalmente son consideradas como un tipo de alimento para consumo ligero y casual, no sustituyendo a alguna de las comidas importantes de cada día y cuyo consumo en unidades no afectará en demasía a nadie, siendo así un postre ligero.