El durián es un tipo de fruta que se puede encontrar disponible en la parte sur del Asia, obteniéndose de un árbol que mide unos 25 metros por lo general, contando con características peculiares que lo convierten en una alternativa que quizás muchas personas buscarían poder dejar de lado antes de degustarlo.
Al respecto vale iniciar con su aspecto físico externo, siendo una fruta que presenta formas que van de lo redondo a lo cuadrado con aproximadamente 40 cm de circunferencia, siendo su color verde y, ante la vista lo más importante, presentando una especie de caparazón de espinas que hace que en los países donde se produzca se le conozca como el “rey de las frutas”.
Con respecto a la parte interna de la fruta, lo que más importa al fin al cabo, posee una textura cremosa que podría hacer recordar a las paltas además de tener un sabor intenso que podría considerarse cercano al dulce de la vainilla. El problema al respecto está en su olor, siendo considerado como uno de los frutos más pestilentes a nivel mundial, lo cual puede ser un grave problema para todas aquellas personas que no la han probado con anterioridad y se acercan a su uso de manera incauta. Por ello hay que tener cierta precaución previo a su consumo o siempre que veamos un durián.