Cuando nos comprometemos en la digna labor de preparar el desayuno o la cena cocinando una rica tortilla, un bizcocho o cualquier plato que contenga huevos lo hacemos con pasión y compromiso. Sin embargo al momento de partirlos nos damos cuenta que todos están en mal estado y por ende se daña el resto de la mezcla forzándonos a repetir el proceso. Por ello en este post aprenderás a identificar un huevo podrido o malogrado. Presta atención a cada detalle que planteamos.
Ten presente que el hecho de que los huevos hayan sido comprados el mismo día no significa que estén frescos por ello es conveniente asegurarnos de su estado llenando un recipiente con agua hasta la mitad y un poco más arriba. A continuación introduce el huevo y si éste se hunde con rapidez hasta el fondo y quedan en posición horizontal, quiere decir que está muy fresquito y se puede cocinar con total normalidad.