Cuando pequeños tuvimos siempre esa antipatía por las verduras que se fue disipando a través del tiempo pues nos comenzaron a saber más ricas. Sin embargo en la actualidad es natural que ese gusto aún no se despierte en nuestros hijos o los pequeños de la casa qué, rebeldes, se resisten a probarlas.
Esta situación nos ha llevado algunas veces a combinar las verduras con otras mezclas poco saludables y sobre todo costosas. Ahora bien una buena manera de iniciarlos en una alimentación nutritiva es prepararles un deliciosa coliflor al horno que no es nada costosa y que cuenta con pocos ingredientes que te permitirán presentar un acompañamiento riquísimo como primer plato.
Los ingredientes que necesitaremos son: 1 recipiente de barro especial para horno, 1 tazón de leche (de preferencia desnatada para que sea más ligera), un par de huevos, una coliflor tamaño mediano, un poco de orégano y pimienta negra, por último queso emmental.
Comenzamos la preparación tomando la coliflor y dividiéndola en pequeños ramilletes, luego los ponemos al fuego en una olla con poca agua y sal. Ahora la dejamos hervir por un tiempo entre 10 y 15 minutos.
Mientras se encuentra hirviendo aprovecharemos ese lapso para tomar el tazón de leche y batirlo junto a los huevos; en el momento que se tenga una mezcla consistente optamos por agregarle el queso emmental y batirlo todo junto. Retiramos la coliflor del fuego y la escurrimos para que quede seca, la colocamos dentro de la cazuela de barro y le añadimos toda la mezcla de leche huevo y queso. Cubrimos con queso rallado y una pizca de pimienta negra para darle otro sabor.
La llevamos al horno pre calentado entre 150° y 200° por 20 minutos hasta que quede dorado, cuando y está en ese punto lo apartamos y lo servimos mientras esté caliente. Podemos añadir orégano y pimienta negra (al gusto) si deseamos. ¡Buen provecho!