Los cupcakes son pequeños pasteles que son de consumo personal y que tienen una similitud muy cercana a los denominados muffins, sobre todo por el hecho de compartir el mismo tipo de molde. Los cupcakes en sí no diferencian su masa mucho en comparación a otros tipos de postres similares, estando su gracia en lo compacta de su imagen final, la cual se logra debido a poder posicionar en cualquier tipo de envase pequeño, no por nada su nombre se podría traducir como “pastel de taza”. Aprendamos su preparación a continuación.
Para unos cupcakes de vainilla necesitamos de 1 3/4 tazas de harina común, 2 cucharaditas de té de polvo para hornear, 1/2 cucharadita de sal, 100 grm de manteca (a temperatura ambiente), 1/2 taza de azúcar, 3 huevos, 1 cucharadita de esencia de vainilla y 1/4 taza de leche.
Se precalienta el horno a 175 C y se tiene enmantecado los moldes de cupcake con papel manteca. Por un lado se vate la mantequilla con el azúcar hasta que quede cremoso para luego agregarle de a uno los huevos y luego esencia de vainilla, por otro lado se mezclan la harina tamizada, el polvo de hornear y la sal. Ambas mezclas se unen en una sola de a pocos, alternando con lapsos donde se echa la leche. Cuando tengamos una masa suave se llena los moldecitos a un tercio y se meten al horno por 20 minutos.