En primer lugar, es conocido que a los niños les gusta poder consumir platos tales como hamburguesas, pollo frito o pizzas, razón por la cual se convierte en una alternativa favorable el poder acompañar estos mismos con otros alimentos que les resulten saludables. Por poner unos ejemplos clásicos al respecto tenemos la posibilidad de cambiar gradualmente la pizza que consumimos comúnmente por una mucho más vegetariana, en el caso de la hamburguesa bien se puede agregar vegetales dentro del mismo pan donde irá la carne.
Los colores también se vuelven importantes dentro de la comida de los niños, siendo de esta manera que realizar algunos cuantos cambios ligeros también es relevante, por ejemplo el poder agregarle espinaca al puré de papa para poder crear un color mucho más vistoso.